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La venta del helado de alta calidad fue el sueño de Paolo Smiroldo, un siciliano joven de las colinas cerca del montaje Etna, cuando aterrizó la primera en St. Martin en 1976.

Cuatro años más tarde, en el año 80, abrió la primera sala de helado de St. Martin, en la Marina Royale en Marigot, ofreciendo el helado verdaderamente hecho en casa.

Con su helado ultra-superior y servicio excelente, junto con las amenidades de pasteles y del espresso, el negocio prosperó con los turistas y igualmente los nativos. La sala pequeña del boutique llega pronto a ser demasiado pequeño para ofrecer el helado y la producción de los pasteles, pero seguía siendo el centro de venta.

En 1982, Grand Case llegó a ser el lado de producción del helado de Etna y el hogar de Paolo y de su familia. La empresa continuó a convirtiéndose y prosperando, pronto pasando la facilidad en Grand Case.

Hoy, el helado de Etna todavía se fabrica a mano en hornadas pequeñas en una facilidad ultra-moderna que ofrece los congeladores grande y el equipo moderno del acero inoxidable. Paolo esta todavia el corazón de su creación, continuando en su dedicación a los ingredientes de calidad superior y de métodos de producción cuidadosos del viejo-mundo.

La localización original en Marigot fue vendida después del huracán devastador Luis en 1995. hoy, el helado Etna se hace en la esquina de St. Louis, Rambaud, cerca del pie de Pic Paradis.

Venga. Gozar. Es tiempo.